Según informó MSF, el propietario de este conocido establecimiento, Alfredo Rodríguez, donará íntegramente la recaudación del día a la organización médico-humanitaria, tanto en el local de la Glorieta de Atocha como en el de la calle Eloy Gonzalo.

En sus cinco ediciones anteriores, la iniciativa de este especialista en bocadillos de calamares se tradujo en una donación total de más de 96.000 euros, fondos que se destinaron a los proyectos de MSF en todo el mundo. Sólo el año pasado, la caja donada ascendió a 20.500 euros.

Esta jornada, como ya es tradición, no se dedicará únicamente a la venta de bocatas, ya que la organización instalará puestos informativos en los dos locales de "El Brillante", con el fin de que los clientes conozcan más de cerca su trabajo.