La dimisión de Boada, sobre la que se venía especulando en las últimas semanas, se ha producido a propuesta del actual presidente del banco, José María Amusátegui, quién reconoció la trayectoria del consejero dentro de la entidad.

La producción del consejero se produce después de que se haya comentado insistentemente enlas últimas semanas que había algunas diferencias de criterio entre Amusátegui, y el que fuera su mentor y antecesor enla presidencia del antiguo Banco Hispano, Claudio Boada.

El consejo aprobó también las cuentas del ejercicio 1993, que deberán ser ratificadas por la junta general de accionistas, a la que le pusó la fecha del 9 de abril, y le fijó el orden del día, entre cuyos puntos figura una propuesta de reparto de dividendo de 210 pesetas por acción.

Amusátegui acudirá por tanto a la junta d accionistas del banco con el proceso de reducción del consejo de administración acabado, al contar con 27 miembros a parte del porpio presidente, frente a los cerca de 40 que llegóa tener después de la fusión.

La renovación llevada a cabo en la "cúpula" del banco en las últimas semanas ha dejado como hombres fuertes de la entidad a Epifanio Ridruejo, Antonio Escámez, david Grimá y José Zamora. Este último podría ser nombrado consejero tras la junta general.