BOADA CULPA A LOS SALARIOS, LA RIGIDEZ LABORAL Y EL GASTO PUBLICO DE LA CRISIS Y EL PARO
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El presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y ex presidene del Banco Hispano Americano, Claudio Boada, responsabilizó hoy al crecimiento de los salarios, la rigidez laboral y el excesivo gasto público de la la evolución del paro y la crisis económica que afecta a la economía española.
Boada, que pronunció un discurso como doctor "honoris causa" por la Universidad de Alcalá de Henares sobre la "Competitividad de la economía Española", señaló que "no podemos seguir ni un minuto más aumentando nuestros ingresos individuales por encima de la productividad y aumntando también los gastos presupuestarios en un intento, loable pero absolutamente imposible, de contentar a todos".
Para el veterano banquero, entre 1985 y 1992 se han cometido varios errores en materia de política industrial, fiscal, laboral y presupuestaria, que están en la base de los problemas que ahora aquejan a la economía española.
Boada criticó que las empresas no hayan acentuado sus políticas de asociación y concentración, aunque sólo fuera para desarrollar negocios puntuales, porque éso ha motivado una seria pérdida de competitividad de sus productos dentro y fuera de España. También citó la tendencia equivocada al endeudamiento a corto plazo y la escasa autofinanciación de proyectos como lastres que ahora son difíciles de soportar.
Sin embargo, descargó parte de la responsabilidad sobre la acción del Gobierno central, cuya política económica no sólo "fue incapaz de impulsar la asociación, la concentración y la fusión", sino que "la fiscalidad, hasta 1992, ha penalizado el proceso"
Claudio Boada dedicó gran parte de su discurso a la evolución de los salarios en los últimos siete años, y dijo que es un "despropósito" el crecimiento de los costes laborales muy por encima de la productividad, lo que ha contribuido al mantenimiento del diferencial de inflación exterior y a la apreciación de la peseta.
La escasa movilidad funcional y geográfica, motivada por la deficiente formación profesional de las plantillas, la vigencia de ordenanzas laborales desde los años 40 y el elevadogrado de protección al desempleo, con manifiesta falta de orden y control, se ha traducido en mayores rigideces, fraude y menos incentivos a la búsqeda de un puesto de trabajo, provocando un crecimiento del paro estructural.
El empresario señaló que los costes de los despidos son elevados, que las negociaciones colectivas están centralizadas y no tienen en cuenta la coyuntura sectorial, regional o particular de cada empresa, y los parados tienen una escasa participación en la definición de las polítics que deben llevarse a cabo.
"Es monstruoso", opinó, "que en un país con una tasa de paro tan elevada los desempleados no puedan intervenir. Es contrario a la ética que sectores como los jóvenes, con tasas cercanas al 30 por cien de paro, no puedan ni tan siquiera opinar".
Con estas palabras, Boada puso de manifiesto la dualidad que, a su juicio, existe en el mercado de trabajo español entre los trabajadores fijos y los eventuales, ya que estos últimos no pueden sindicarse y tienen menos peso par presionar a los sindicatos con el fin de que desarrollen políticas basadas en la creación de empleo, en lugar del incremento salarial.
SOLUCIONES
En su opinión, las soluciones a la situación recesiva de la economía pasan por el incentivo fiscal a la inversión productiva, con reducciones en el Impuesto de Sociedades y tratamiento diferenciado para los beneficios no distribuidos frente a los que rigen para los dividendos que se reparten los accionistas.
También citó como necesaria la reducción dl déficit público, en línea con las últimas manifestaciones del gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, y dijo que el criterio a seguir debe ser "primero su disminución y después su desaparición", por que "quien gasta sistemáticamente más de lo que gana no sobrevive".
Señaló que las empresas deben dejar de clasificarse en públicas y privadas, para catalogarlas de eficaces o ineficaces, por lo que todas las sociedades, sean estatales o no, deben gestionarse con criterios de eficiencia.
A u juicio, los salarios no deben seguir creciendo por encima de la productividad, el mercado laboral debe flexibilizarse en cuanto a la movilidad de las plantillas, la negociación colectiva, el fomento de los contratos a tiempo parcial y la reforma del Inem y las pequeñas y medianas empresas (pymes) requieren estímulos a la competitividad.
(SERVIMEDIA)
23 Jun 1993
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