El BNG estima que la Xunta está ensayando con este asunto un modelo de coacción sore los ciudadanos y la sociedad en general, a través de las presiones a empresarios de la construcción y a las Cámaras de Comercio para que muestren su apoyo entusiasta a un proyecto rechazado desde partidos políticos, sindicatos y la propia Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).

Con las firmas, el BNG entregó en el departamento que dirige Xosé Cuiña, delfín de Fraga y secretario general del PP de Galicia, un escrito en el que se pone de relieve que la apertura de la autopista entre La CoruñaLaracha desde hace un año ha rebajado de forma muy significativa la siniestralidad en la carretera existente en el mismo trayecto, la comarcal 552.

El escrito, firmado por Evencio Ferrero, representante del BNG en Carballo, cita fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico de La Coruña para afirmar que esa carretera estaba, en 1990, a la cabeza de Europa en lo referente al número de accidentes de tráfico.

Según Ferrero, el número de accidentes bajó, pero subirá de nuevo si hay peaje en la autopita, dado que buena parte de los usuarios volverán a una carretera que no reúne condiciones para ser alternativa y albergar el volumen de tráfico existente.

De acuerdo con los datos facilitados por el BNG, desde 1988 a septiembre de 1990 en la carretera de Coruña a Carballo hubo 262 accidentes, con un saldo de 47 muertos y 430 heridos.

La no aplicación del peaje fue reclamada por una docena de ayuntamientos de la zona, incluidos los del Partido Popular, que gobierna en la Xunta.

Ferrero critió que la construcción fuera empleada políticamente por Fraga y Xosé Cuiña, que inaguraron la obra La Coruña-Laracha pocas semanas antes de la celebración de elecciones autonómicas de hace un año.

El BNG ha puesto en marcha una campaña divulgativa y promueve movilizaciones para tratar de que la decisión de implantar peaje a esta autopista no sea definitiva.

Por su parte, el diputado del BNG Francisco Trigo acusó a Xosé Cuiña de ejercer un férreo control de la Xunta sobre los empresarios de la consrucción, que por temor a ser marginados en las adjudicaciones habrían respaldado la postura del Gobierno gallego en contra de la postura general de la patronal.

Trigo también estima que el Consejo de Cámaras de Comercio de Galicia ha mostrado su apoyo porque dependen presupuestariamente de la Xunta, y añadió que el Gobierno de Fraga está ensayando un modelo de coacción sobre los ciudadanos que comienza a través de las Cámaras de Comercio.

Trigo Durán indicó también que el BNG está emprendiendo ota campaña para oponerse a la implantación de peaje en la futura autopista de Vigo a Baiona, para la que los nacionalistas reclaman como opción una autovía y la recuperación del tranvía en este trayecto.