El posible nombramiento de Blázquez, que no es de origen vasco, para ocupar la diódecis de Bilbao abrió una importante polémica este verano entre las filas del Partido Nacionalista Vasco, cuyo portavoz, Joseba Eguíbar, indcó al conocer la designación que el nuevo obispo no es bien recibido por su formación.

El nuevo titular de la sede bilbaína sustituye a Luis María Larrea Legarreta, que cumplió 75 años -edad en la que los obispos presentan su dimisión- en abril de 1993. Monseñor Larrea ha regido esta diócesis desde el 16 de febrero de 1979.

Su sustituto, Ricardo Blázquez, nació en Villanueva de Campillo (Avila) el 13 de marzo de 1942 y se ordenó sacerdote en 1967. Es doctor en Teología por la Universidad Pontifica de Salamanca, de la que fue vicerrector y de cuya Facultad de Teología fue decano. Está especializado en temas eclesiológicos.

En la primavera de 1988 se convirtió en obispo y pasó a ser obispo auxiliar de Santiago de Compostela, diócesis que abandonó en 1992 para convertirse en obispo de Palencia.

La polémica surgida como consecuencia de la reinvidicación planteada por el PNV para que las diócesis vascas fueran ocupadas por obispos de Euskadi, ha provocado que el que nombramiento se produzca e un ambiente tenso dentro de los ámbitos religioso y político.

EL NUMERO DOS, ACADEMICO DE LA LENGUA VASCA

En cualquier caso, las carencias que pueda presentar Ricardo Blázquez en relación con el conocimiento del euskera y otras peculiaridades de la cultura vasca, cuestiones que fueron objeto de críticas por parte de destacados dirigientes peneuvistas, podrán ser suplidas por el recién nombrado obispo auxiliar de Bilbao, Carmelo Etxenagusia, que es miembro correspondiente de la Real Academia de la Lngua Vasca y ha publicado cinco antologías de literatura vasca y numerosos artículos en euskera.

Carmelo Etxenagusia, hasta ahora vicario-general de Bilbao, conoce a la perfección esta diócesis, la séptima más poblada de España. Nació en Durango (Vizcaya) en 1932 y estudió Humanidades en Cordejuela (Vizcaya).

Por su parte, Miguel José Asurmendi, hasta ahora obispo de Tarazona (Zaragoza), se convierte en el titular de la diócesis alavesa, la más antigua de las tres vascas, supliendo a José María Lrrauri Lafuente, que presentó en 1993 la dimisión también por motivos de edad.

Miguel José Asurmendi nació en Pamplona el 6 de abril de 1940, pertenece a la Congregación de los Salesianos y fue ordenado sacerdote el 5 de marzo de 1967. El 30 de septiembre de 1990 fue nombrado obispo de Tarazona.

Con estos nombramientos se cumple uno de los objetivos que se marcó el nuncio saliente en España, Mario Tagliaferri, antes de abandonar Madrid, hecho que se producirá este mismo mes para ocupar la Nunciatra en Francia.

La intención de Mario Tagliaferri era dejar cerrado el mapa diocesano antes de abandonar España, al menos en lo que se refiere a las diócesis que pueden resultar más polémicas y comprometidas.

Tras estos nombramiento, son siete las las diócesis que esperan nuevo obispo: Palencia, Tarazona, Santiago de Compostela, Segorbe-Castellón, Córdoba, Osma-Soria, Orihuela-Alicante, Tui-Vigo, y desde el 13 de septiembre, día en que cumple 75 años José Guerra Campos, Cuenca.