En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal socialista, Blanco aseguró que con esa reflexión Rajoy demuestra tener una "concepción perversa de la democracia", basada en la premisa de "quien no esté de acuerdo conmigo, que se vaya".

Refleja, agregó, "dosis de autoritarismo" por parte del presidente del PP, y por ello Blanco defendió su tesis de que Rajoy tiene "rasgos claros de autoritarismo".

Aunque aclaró que no pretende inmiscuirse en el debate interno del PP, aconsejó a este partido que resuelva su congreso "de forma democrática" y que reflexione sobre los motivos de sus derrotas electorales.

"No les voy a dar consejos, no vaya a ser que acierte", añadió después con humor, al tiempo que precisó que tampoco piensa ofrecerse al PP "para organizar congresos".

Blanco denunció que los dirigentes nacionales del PP tienen toda su atención puesta "en la pelea interna por el poder", y por eso "no saben, no constentan", ante lo que el PSOE considera un nuevo frente de crispación generado por los presidentes autonómicos del PP.

En opinión de los socialistas, los dirigentes territoriales del PP han cedido a la tentación de "fabricar agravios artificiales" y fomenta la demagogia ante la medida aprobada por el Gobierno para garantizar el suministro de agua a Barcelona.

Blanco insistió en la tesis del Gobierno según la cual el Ejecutivo, de acuerdo con la Generalitat de Cataluña, canalizará agua ya detraída del Ebro hacia Barcelona para hacer frente a una situación de emergencia, igual que antes se hizo con la Comunidad Valenciana y Murcia.

Se trata, insistió, de agua que no se extrae de la cuenca del río para ese fin, sino que ya ha sido detraída para los regantes, y de una solución de emergencia a la espera de que entre en funcionamiento la desaladora.

Mientras todo eso ocurre, aseguró, los dirigentes nacionales del PP están centrados en su "pelea de poder". Lo llaman "debate ideológico", afirmó, pero eso se hace con documentos y con intercambio de ideas, nada que ver con lo que sucede en el PP.

La conclusión, para los socialistas, es que tanto Mariano Rajoy como Esperanza Aguirre están "muy lejos" de poder centrarse en los problemas de los ciudadanos y ambos son "soluciones del pasado".

Blanco concluyó expresando su convicción de que el congreso que el PP celebrará en junio y del que saldrá su nueva dirección "no será el final del debate, sino el comienzo de más dudas".