En opinión de la diputada socialista, si el director general de RTVE, Fernando Lpez-Amor, "realmente quiere que la publicidad de TVE vaya, como yo creo que sería lo razonable, a la Fundación Miguel Angel Blanco, siempre está el Parlamento y ese consenso que él siempre busca con los grupos parlamentarios".

"Si es posible alguna modificación para que esos beneficios de publicidad, que se cifran en unos 300 millones de pesetas, vayan a la fundación, eso sería lo razonable", dijo Conde antes de opinar que "lo que pasa es que el señor López-Amor está al servicio de un Gobierno que manpula y utiliza todo, también la solidaridad frente al terror, para sus propios intereses".

En opinión de Rosa Conde, López-Amor tendría que haber avisado antes de la intención de TVE de no donar los ingresos publicitarios, "porque mucha gente, tanto la que asistió al acto como los artistas que participaron, lo hicieron desde la solidaridad con la idea de la creación de una fundación a la que iban a ir dirigidos todos los beneficios que se obtuvieran".

Para Rosa Conde, "ese concierto ha venido rodado de decisiones absolutamente disparatadas desde el primer momento. La idea pudo ser loable, siempre que se hubiera extendido a todas las víctimas del terrorismo y no sólo a Miguel Angel Blanco. Pero el mayor disparate ha sido la actitud del director general de RTVE, Fernando López-Amor, que el día después del homenaje nos encontramos cómo justifica los abucheos a Raimon y a Pepe Sacristán, y después explica el homenaje diciendo que él había intentado unir a las dos Españas".

En este sentido, Conde ijo que "el señor López-Amor no está compenetrado con el presidente del Gobierno, el señor Aznar, que hace unos meses dijo que las dos Españas se habían superado hace 40 años".

"López-Amor habla de las dos Españas cuando él está día a día desde la televisión manipulando y haciendo que los españoles se dividan entre los que realmente perciben esa manipulación y están a un lado del espectro político y los que no la perciben", concluyó la diputada socialista.