"Hay un antes y un después de esta situación", dijo a Onda Cero. "La gente ha perdido el miedo, se han despetado conciencias, por fin nos atrevemos a aislar a los violentos, a hacerles frente".

El delegado del Gobierno añadió que se ha establecido una división radical entre lo que de verdad separa a los españoles. "Las legítimas discrepancias no nos separan, y sí nos separa la violencia", precisó Núñez Morgades.

A su juicio, la manifestación fue un orgullo para todos, algo desbordante por el entusiasmo de participación de la gente, por cómo aplaudieron todos los madrileños a José Antonio Ardanza y JuanMaría Atutxa, agradeciéndoles el gesto de desplazarse a Madrid.