Blanco declaró en Rne que el auto es "absolutamente contundente" con la hipótesis sobre la participación de ETA en la masacre, ya que despeja "todas las dudas que se quisieron verter" al respecto. "No cabe ninguna duda de la autoría del atentado", apostilló.

El "número dos" de los socialistas calificó el auto de procesamiento de "muy razonado y muy amplio" y expresó su "satisfacción y reconocimiento" hacia el trabajo que han realizado la Audiencia Nacional y las Fuerzas de Seguridad en los últimos años.

En su opinión, cuando el Gobierno del PP hablaba de la posible vinculación de ETA con los atentados "tenía información que por lo menos le debía hacer dudar" de que la banda etarra estuviese realmente tras el 11-M.

Blanco resaltó la existencia de varios informes del CNI que, meses antes del 11-M, alertaban de la posible comisión de atentados islamistas en España como respuesta al apoyo a la guerra de Iraq. Uno de los informes señalaba incluso a Allekema Lamari, líder del grupo que colocó las bombas en los trenes, como posible organizador de un atentado en España.

Con esos informes encima de la mesa, Blanco llegó a la conclusión de que el Gobierno del PP no tomó las medidas necesarias para evitar los atentados y, por lo tanto, se comportó de manera "irresponsable", porque tenía advertencia de los servicios secretos encima de la mesa.

Finalmente, evitó pronunciarse sobre la intención de los terroristas de conseguir que el PSOE ganase las elecciones generales para que Zapatero retirase las tropas de Iraq. Blanco reconoció que el sumario pone de manifiesto ese objetivo, pero insistió en que los terroristas buscaban "causar pánico y horror en la sociedad española".