En una declaración institucional difundida por RNE, Bereijo afirmó:

"Mi reacción como presidente del Tribunal Constitucional no puede ser otra que la de compartir el deseo, unánimemente expresado por todo el pueblo español y por el pueblo vasco, de repulsa y condena eérgica y sin ningún paliativo de este brutal atentado a la libertad, a la democracia y a la convivencia pacífica de todos los españoles.

En ese sentido, la reacción del pueblo español ha sido unánime, en lo que significa de petición de clamor, porque el pueblo español conviva pacíficamente y en libertad, dentro del marco de los derechos que la Constitución consagra para todos, y que ofrece un marco de libertad, de convivencia pacífica y de tolerancia, en el que cada uno puede expresar libremente las ieas, que caben todas ellas en el marco de la constitución.

Pero esta tolerancia y esta convivencia no pueden significar tampoco asentimiento y tolerancia con el asesinato, con la utilización del asesinato como instrumento de defensa de unas ideas que, por lo demás, la Constitución permite que se expresen, pero no através de esos medios.

La tolerancia y la convivencia pacífica no pueden significar también tolrancia con el asesinato, con la tortura y con la más elemental de las quiebras de los derehos fundamentales y humanos de todos los ciudadanos que vivien en este país, que han luchado por la democracia y por la libertad frente a la dictadura.

Y una vez conseguida esta democracia, una vez conseguidas las libertades y el respeto a los derechos humanos de todos, no podemos consentir que esta libertad, que esta democracia que tantos sufrimientos y tantos años costó conseguir, se quiebre por la voluntad de unos pocos".