Blanco comienza su comentario afirmando que no cree que estemos ante una gran obra "a pesar de lo que dice sobre el alcalde de las grandes obras". "No he visto más que su portada, la foto que la preside y el título con nombre propio, Esperanza Aguirre, al que la autora coloca debajo dos palabras sin ambición política ni doble intención alguna, faltaría más", ironiza.

El "número dos" del PSOE sigue con la ironía cuando afirma que todos sabemos que el PP es "un océano feliz y balsámico en el que nadie se atrevería a disputar su reconocido liderazgo a Mariano Rajoy". "Tan segura está Esperanza Aguirre de que esto es así y de que Rajoy llegará algún día a La Moncloa que ha llamado a su biografía autorizada 'La presidenta'", recalca.

"Creo que el origen del plantón que le ha regalado Gallardón a Esperanza Aguirre en la próxima presentación de su 'hagiografía' está en que al alcalde, que también sabe que Rajoy es un líder más que sólido, le habría encantado quedarse con el título: "El presidente" y al final se ha quedado compuesto y sin novia (Esperanza Aguirre) igual que pronto se quedará sin su alcaldía trampolín (Miguel Sebastián mediante, claro está)", señala José Blanco.

Blanco no entiende "cómo se pueden llenar 300 hojas con la vida política de la presidenta (de la Comunidad de Madrid) pero tampoco hacen daño a nadie, ni a Gallardón, ni a Rajoy, que está encantado, seguro, con el título del libro".

El dirigente socialista da la "enhorabuena" al equipo que ha hecho "la vista gorda" a la hora de revisarlo. "Todos sabemos que es una simple casualidad que se les haya escapado limar aparentes asperezas contra Gallardón".

"Igual que es casualidad también, vaya por Dios, que haya aparecido este libro sólo unos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas, en vísperas de que Gallardón y Aguirre se midan a cara de perro (eso hacen cada vez que se presentan a unas elecciones, pensar únicamente en su ambición personal de futuro)", insiste.

José Blanco concluye que Aguirre ya tiene biografía y Ruiz Gallardón "una ciudad para jugar con ella hasta dejarla en el chasis (el precio de la megalomanía es una deuda que le cuesta a Madrid 60 euros cada segundo)" "¿Y Rajoy?", se pregunta. "Está tan consolidado que, de momento, no tiene quien le escriba, como el coronel de García Márquez".