El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, fue el primero en tomar la palabra en la celebración de su partido una vez terminado el escrutinio para agradecer su voto a los “sectores de la izquierda confederal” que, en esta ocasión, han confiado en la candidatura encabezada por Pello Otxandiano.

Con un discurso principalmente en euskera, Otegi destacó que “hoy podemos decir que la izquierda independentista y soberanista ha sobrepasado los 400.000 votos en el conjunto de Euskal Herria”, ya que a los 340.000 logrados esta noche en el País Vasco sumó los 55.000 conseguidos en Navarra en las autonómicas del año pasado.

Por ello, Otegi manifestó que EH Bildu es “la primera fuerza política de Euskal Herria con más distancia que ayer” y expresó por ello que en su formación están "muy contentos y contentas”, lo que provocó el jolgorio de los simpatizantes, que por dos veces cantaron en euskera “¡Independencia, independencia!”.

"EL CAMBIO ES IMPARABLE"

Acto seguido, tomó la palabra el candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, para destacar que el resultado de estos comicios “ha cambiado el mapa político” porque por primera vez se produce un empate a escaños entre PNV y EH Bildu, así como que por primera vez su formación gana en la provincia de Álava en unas autonómicas.

“Hoy el cambio está en marcha y es imparable. Vamos por el buen camino, esta es la senda correcta, hemos dado un salto cualitativo impresionante”, sentenció.

Otxandiano resaltó que “el soberanismo ha hecho historia” en las elecciones con un “salto espectacular” de casi 100.000 votos más que en la cita con las urnas de hace cuatro años y con un “paso cualitativo” al reducir la desventaja respecto al PNV “ de diez a cero” escaños.

En términos partidistas, aseguró que el balance de estos comicios es “absolutamente positivo”, pero también hizo una lectura “de país” para dejar claro que el nuevo Parlamento de Vitoria tiene que reflejar que va a ser “el más abertzale” de la historia” que además va a tener “una mayoría absoluta de izquierdas”.

Otxandiano lanzó un guiño a los 50.000 votos de otros partidos de izquierdas que “han quedado fuera” y a los que se prometió a “representar” en la nueva legislatura con el propósito de “avanzar en cuotas de soberanía” y de “implementar políticas públicas más igualitaristas”.