Puesto que entre los fallecidos se encuentran ciudadanos extranjeros de varias nacionalidades, se ha solicitado la presencia de sacerdotes que hablen idiomas francés, inglés o portugués para atender a los familiares de estas personas.

Los cadáveres han sido agrupados en una sala especialmente habilitada en el centro cultural Rapitán, que cupa las antiguas naves de la empresa Agromán en Biescas y donde se están llevando a cabo las labores de identificación .

Familiares de las víctimas comenzaron a llegar esta mañana al lugar de la catástrofe, para, auxiliados por psicólogos, médicos y sanitarios que tuvieron que administrar algunos calmantes, intentar reconocer los cuerpos de sus seres queridos.

Por su parte, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que se desplazó hasta el lugar, manifestó que no se facilitará ningún listado e víctimas hasta que hayan sido plenamente identificadas por sus familiares, tarea que podría no terminar hoy.