Según el ministerio, con estas obras se han restablecido los mínimos de normalidad y seguridad en la zona, cerrando un dique en el tramo de transición de la garganta del torrente al cono de deyección, reparando los que ya existían algunos de ellos desmoronados tras la riada y construyendo dos nuevos diques, uno a la salida de la garganta del torrente y otro hacia la mitad.

Además, se ha reparado elencauzamiento antiguo del río Arás y se ha hecho otro auxiliar sobredimensionando las precipitaciones de la zona e incrementando significativamente el caudal de cálculo con respecto a las estimaciones que se tenían con anterioridad a la catástrofe de hace dos años. Los márgenes del río y los accesos también se han reforzado para evitar la erosión.

Sin embargo, a pesar de la fuerte inversión que se está realizando para prevenir otra posible catástrofe natural en la zona, las administraciones siguen aleando que se estima que el período de retorno de las aguas a su cauce original, según las estadísticas, está en torno a los 500 años.

Así el Gobierno autónomo de Aragón ha contestado a un recurso previo al contencioso-administrativo presentado por el abogado de las víctimas, Joaquín Arcas, en el que se exige a la Administración una responsabilidad patrimonial, que "no ha lugar" alegando que el período de retorno es de más de 500 años.

Arcas, que anunció a Servimedia que recurrirá la negativa del Gbierno autónomo de Aragón, explicó que la realidad contradice los argumentos de la Administración para eludir su responsabilidad, porque, tras la catástrofe del cámping, se han registrado en la zona tres nuevas inundaciones.