Personal de la Dirección General de Turismo inspeccionará "in situ" todas las instalaciones haciendo especial hincapié en sus condiciones de ubicación.

Los técnicos evaluarán los hipotéticos riesos de inundaciones, desprendimientos, corrimientos, aludes, para estudiar en profundidad aquellos que, pese a contar con todos los permisos administrativos, pudieran ser susceptibles de una mejora en sus condiciones de seguridad.

Esta operación se prolongará entre uno y dos meses, según informaron las mismas fuentes.