El alcalde de la ciudad, Joaquí Sánchez Garrido, calificó de "precioso e interesante" el estudio, tras mantener una reunión con el profesor germano, que le mostró el proyecto definitivo encargado por la corporación municipal en 1990.

Winckler ha trabajado durante más de un año en este estudio, que pretende acabar con el caos circulatorio que sufre el casco histórico de la Ciudad Imperial, mediante la construcción de aparcamientos, túneles y escaleras mecánicas subterráneas.

"Lo que más nos agrada de este proyecto", dijo el alclde, "es que todas las propuestas contemplan distintas alternativas".

El "mago del tráfico" propone la peatonalización del casco histórico, dividiéndolo en tres grandes barrios, en los que sólo podrán circular con su coche los residentes de la zona.

El opinión del alcalde, los aspectos que se refieren a la circulación rodada deben tratarse con una comisión mixta de urbanismo y tráfico, que elabore un plan consensuado por todos los grupos políticos, "con independencia de que esta documentación deb aportarse al plan especial del casco histórico".

Las inversiones se concentran en el aparcamiento de Azarquiel, en las escaleras mecánicas y en el túnel subterráneo, pero el ayuntamiento espera que estos proyectos se incluyan en los planes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes y el Gobierno autónomo, que colaborarán con el municipio.

Sánchez Garrido aseguró que el mismo Winckler les pondrá en contacto con el alcalde de la ciudad italiana de Trento, donde ya desarrolló uno de sus planes rbanísticos, porque la CE proyecta la creación de una normativa para subvencionar la instalación en las ciudades de tecnologías avanzadas, que ayuden a superar los problemas de tráfico.

El urbanista alemán también ha aplicado con éxito planes urbanísticos en ciudades de gran densidad de tráfico rodado, como Colonia y Berlín.