Bermejo, tras asistir a la entrega de diplomas de la nueva promoción de notarios en el Centro de Estudios Jurídicos de Madrid, dijo que la muerte de García Calvo, con quien coincidió durante su etapa de fiscal en el Tribunal Supremo, ha sido "una noticia muy impactante" y calificó al magistrado del Constitucional como una persona "muy inteligente y de muchísima valía".

A pesar de decir que ha de renovarse cuanto antes, el ministro no supo concretar si el Gobierno tratará de alcanzar con el PP un pacto aislado para elegir a un nuevo juez que supla la vacante dejada por García Calvo o si, por el contrario, intentará lograr un acuerdo global con los populares que incluya, además, la renovación de cuatro de los doce magistrados que componen el Tribunal Constitucional, pendiente desde diciembre pasado.

Preguntado sobre este extremo, Bermejo se limitó a decir que "los órganos constitucionales hay que renovarlos cuando toca" y, en el caso del Tribunal Constitucional, esto debería haberse hecho "hace ya mucho tiempo".

La muerte de García Calvo ha trastocado la correlación de fuerzas en el seno del Tribunal Constitucional, que ha quedado compuesto por 11 magistrados, seis del sector progresista y cinco del ala conservadora.

Este nuevo panorama hace que el Partido Popular se encuentre en desventaja para entablar una negociación que permita nombrar a un sustituto para García Calvo.

Los socialistas estarían, por lo tanto, en una posición de fuerza para supeditar el nombramiento del sustituto de García Calvo a la renovación, no sólo del tercio del Tribunal Constitucional, sino también del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva más de un año y medio en funciones.