El dirigente socialista manifestó que "España precisa de tres grandes pactos: el territorial-autonómico, que defina con claridad un modelo de Estado descentralizado pero solidario, cohesionado y unitario; la recuperación de la unidad en la lucha contra el terrorismo, y una gran acuerdo que incluya las reformas necesarias para garantizar la autonomía de la política, la financiación transparente de los partidos políticos, el control democrático de todos los poders del Estado, el correcto funcionamiento de la Justicia y el respeto efectivo de los derechos individuales, entre otras cuestiones".

Esos pactos responden a los tres problemas que "me suscitan una preocupación creciente" en el momento actual, dijo. los riesgos de "desnacionalización de España", los errores de los demócratas en la lucha contra el terrorismo, y las dificultades a las que se ve sometida la política democrática, sujeta a presiones e injerencias de otros poderes que tienden a restarle legiimidad.

LA IDEA DE ESPAÑA

Sobre el primero de ellos, señaló que "frente al entreguismo innecesario en las cuestiones territoriales por parte de la derecha, le corresponde a la izquierda defender la idea de España como proyecto de convivencia colectiva. Una idea de España que puede sintetizarse en la defensa de aquellos elementos que son esenciales para la vertebración y la cohesión de un país".

Señaló que "fundamentalmente a lo largo del último año han cristalizado algunos procesos que nos sitún ante el riesgo de aquello que denomino la desnacionalización de España. La derecha ha quebrado unilateralmente la vigencia del consenso político e institucional en torno a la construcción autonómica, a la que somete a los avatares de cada coyuntura política, a los sucesivos vaivenes electorales, marginando de la misma al primer partido de la oposición".

También expuso su preocupación en torno a que el nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas conduzca a que "se establezca en nuestropaís una suerte de messogiorno italiano con un sur cada vez más empobrecido... un riesgo real de fractura de la solidaridad interterritorial".

Propuso "recuperar la idea de España como proyecto nacional" pronunciándose porque "el Estado resultante del desarrollo autonómico ha de tener identidad propia y ha de ser un Estado eficaz, cohesionado, que funcione para lanzar a nuestro país al logro de los más ambiciosos objetivos nacionales". TERRORISMO

Benegas se mostró preocupado también con la evolucón de los acontecimientos en relación al terrorismo. "Creo que nos estamos equivocando muy seriamente en la lucha contra el terrorismo", dijo antes de explicar que el "atinado rumbo" que supusieron los Pactos de Madrid, Ajuria Enea y Pamplona "se ha quebrado durante los últimos años".

Añadió que actitudes provenientes del campo democrático pueden coadyuvar a que los terroristas mantengan la esperanza sobre la posibilidad de que prosperen sus reivindicaciones: "Cuando desde determinadas fuerzas polítics democráticas se plantea la oferta de un diálogo sin ningún tipo de condiciones, se comete un error gravísimo... pero si a la oferta de negociación se le añade la caracterización de política, el error se multiplica hasta el infinito... y si le añadimos un diseño de solución final, estamos ante el triunfo pleno del terrorismo".

En la lucha contra el terriorismo, propuso tres actuaciones: "Una, recuperar la discreción; dos, recuperar la unidad y el espíritu que dieron lugar a los pactos antiterroristas y tres, mantener con tenacidad y sin fisuras la firme voluntad de ganar la batalla al terrorismo".

RECUPERAR EL CONSENSO

El último capítulo de su conferencia lo dedicó a los problemas a los que se enfrenta actualmente la política que "por distintas razones atraviesa por momentos críticos y son varias las causas que explican el desprestigio de esta actividad", dijo.

Para Benegas, "la política actualmente está llena de frases y gestos y vacía de proyectos. Cuanto más duros sean los epítetos hay ás garantías de ocupar un espacio en los medios de comunicación. La imagen prima sobre la reflexión".

Añadió que "asistimos a la emergencia de nuevos poderes o el fortalecimiento de otros que invaden abusivamente el espacio reservado para la política democrática sin contrapoderes que vigilen o sancionen sus excesos".

Sobre la situación española, señaló que "un año de Gobierno de la derecha no da lugar para el optimismo, una vez se ha puesto de manifiesto que antepone la política de imagen a cualqier otra consideración de alcance político. La frase efectiva, los gestos espectaculares sin contenidos reales, han sustituido a la reflexión, llegando incluso a hacer desaparecer de nuestra vida pública el necesario espacio para el consenso, en el cual se definen y conciertan decisiones que deben ser ajenas a la legítima confrontación interpartidaria, por el interés nacional".