Las primera fricciones ya se han puesto de manifiesto a través de unas declaraciones de Rosa Díez, que opta a ser cabeza de cartel en las elecciones autonómicas, a la vez que el secretario general del PSE Nicolás Redondo Terreros.

En sus manifestaciones, Díez dijo que Benegas se equivoca al conceder su apoyo a Redondo como fórmula para consolidar su liderazgo como secretario general del partido.

Pese a estas palabras de la consejera de Turismo del Gobierno vasco, Benegas declaró a Servimedia que "no hay mal ambiente en la celebración de las elecciones primarias", aunque lamentó que la candidata y "otros dirigentes", en referencia a Ramón Jáuregui, no comprendan que, como presidente del PSE, debe poyar al candidato porpuesto por la Ejecutiva.

"Lamento que Rosa Díez y otras personas no entienden que la Comisión Ejecutiva de Euskadi ha propuesto un candidato, que se llama Nicolás Redondo, por un acuerdo mayoritario, y que yo soy el presidente de esa Ejecutiva. Si no entienden que el candidato que yo tengo que defender es el que propone la Ejecutiva que yo presido, pues qué le voy a hacer", aseguró.

Aunque expresó su dedo de que "no se produzcan fricciones" para que "este experimento que estmos haciendo no tengan consecuencias en las relaciones internas del partido", reconoció que exite el riesgo de que "no haya juego limpio y que se abran heridas".

Frente a esta eventualidad, "lo fundamental es que el 15 de marzo el PSE-EE, sea cual sea el resultado de las primarias, esté más unido que nunca para afrontar un reto electoral complicado por la demagogia empleada por el PP".

Según explicó Benegas a esta agencia la futura participación del PSE en un futuro gobierno de coalición se discuirá a la vista de los resultados electorales. "Nosotros vamos a cumplir los acuerdos que firmamos, pero el día del inicio de la campaña electoral quedamos libres de todo compromiso y decidiremos lo mejor para el partido y para el País Vasco", concluyó.