El margen financiero de la caja entre enero y marzo se mantuvo prácticamente igual que en el primer trimestre de 1990, debido, según sus responsables, al descenso registrado por los tipos de interés en el mercado interbancario, en el que la entidad es cedente neta de fondos, y al incremento de los saldos morosos.

Los impagos registrados por la caja en los tres primeros meses del año crecieron un 99,3, y contribuyeron a un incremento del 13,2 por cie en los gastos financieros, que ascendían hasta el 31 de marzo a 22.505 millones de pesetas.

Además, Caja Postal elevó un 12,7 por cien sus gastos de explotación (6.868 millones de pesetas) como consecuencia del incremento del 43,7 por cien registrado en los gastos de personal (4.350 millones), y a pesar de una rebaja del 17,8 por cien en los gastos generales, explicaron los mismos portavoces.

La causa de este incremento, añadieron, es la transformación de la caja en sociedad anónima en agosto de año pasado, y la obligación que conlleva de pagar las cuotas empresariales a la Seguridad Social, sobre unas percepciones salariales un 20,6 por cien superiores.

La evolución de los costes arrojó un margen de explotación de 5.836 millones de pesetas, un 3,3 por cien superior al que tenía la caja en el primer trimestre del año pasado.

Los recursos generados ascendieron a 7.135 millones de pesetas, un 7,3 por cien mayores que los del periodo enero-marzo de 1991; los recursos ajenos de la antidad cecieron un 16,6 por cien, hasta situarse en 1,108 billones de pesetas, y las provisiones de fondos para insolvencias fueron de 42.082 millones, un 15,3 por cien más que el año pasado.

Otros recursos de la entidad, no incluidos en su balance, son los de los Fondos de Inversión y Pensiones, que a finales de marzo sumaban un patrimonio de 275.281 millones de pesetas.

En lo que va de año, Caja Postal abrió 14 nuevas oficinas de las 65 previstas para 1992 en el plan trienal de expansión de la red, quecontempla la creación de 200 agencias hasta finales de 1994.