Así, el benefcio neto queda situado en 149.571 millones de pesetas. Las 50 cajas de ahorros españolas manejaban, a 30 de junio último, 36,9 billones de pesetas, lo que supone un negocio que durante los últimos 12 meses ha crecido un 9,42%. Este crecimiento se desglosa en un incremento de la inversión del 14,8% y de un incremento de los depósitos del 8%.

El otro punto positivo que ha querido resaltar el presidente de la CECA, Braulio Medel, ha sido que la tasa de morosidad de las cajas continúa descendiendo, hasta ituarse en el 5,6% al cierre de junio. Es por ello por lo que estas entidades mutuales han logrado que la recuperación de morosidad de provisiones anteriores sea superiores a la morosidad que se va a generar.

Los gastos de explotación de las cajas ascendieron a 481.296 millones de pesetas, un 4,7% más que durante el mismo período del año anterior, una tasa que hay que entender de forma moderada, dado el crecimiento habitual del sector financiero.

Otra idea más de este buen semestre para las entiddes de ahorros: la relación entre el beneficio bruto y los activos totales medios es cada vez más reducida entre las cajas más rentables y las menos rentables. En definitiva, la diferencia entre cajas buenas y cajas malas cada vez es menor.

A destacar también el fortísimo crecimiento, muy superior al del crédito, de la inversión en valores que realizan estas entidades. Las cifras del primer semestre, en cualquier caso, de las cajas de ahorro demuestran una tónica general de todo el sector financiero: a economía se recupera, pero los españoles acuden al crédito con mucho tiempo.

Por otra parte, la entidad que agrupa a todas las cajas, es decir, la propia Confederación, obtuvo un beneficio de 3.964 millones de pesetas, un 36% más que en el año anterior. Para terminar, un ruego que lleva la firma del propio presidente de la CECA, Braulio Medel: "Es muy importante para la economía de este país llegar a un presupuesto para 1996 y no prorrogar el actual".