En una entrevista en "La Vanguardia" recogida por Servimedia, Benach se muestra "convencido de que habrá Estatut, porque representa un punto de inflexión y será una herramienta que permitirá transformar algunas de las cosas de la sociedad catalana actual que no acaban de funcionar".

Para explicar la importancia de la aprobación de este texto, Benach incide en que "a la gente lo que le interesa es que se arregle su escuela, que la sanidad funcione, que las carreteras estén en condiciones, es decir, las políticas reales. A la gente lo que le interesa no es tanto el abrelatas como lo que hay dentro de la lata, el contenido. El Estatut es el abrelatas, y es indispensable para abrir la lata".

En su opinión, "no se puede decir, como se hace desde algunos sectores, que no pasa nada si no hay nuevo Estatut. Sí que pasa, porque tenemos una herramienta, el actual Estatut, que no nos permite afrontar con garantías los retos inmediatos de futuro. Estamos dando un paso adelante muy importante, y de esto parece que a veces no seamos conscientes, porque a menudo a este país le falta optimismo, ilusión, orgullo de las cosas que hacemos".

Para Benach, cuando se abre una semana clave para la aprobación del nuevo Estatut -la votación tendrá lugar el día 30-, lo que hace falta es "voluntad política, porque viendo las distintas propuestas de financiación se observa que no están tan alejadas. Si hay voluntad política, el Estatut será una realidad sólida".

El perjudicado, de no aprobarse el texto, será "el país, y, por tanto, la responsabilidad sería de los políticos, y todos sin excepción saldrían perjudicados. Que nadie se equivoque, no habría vencedores ni vencidos. Del mismo modo que sostengo que si se aprueba, será el Estatut de todos, también sostengo que un hipotético fracaso, que espero que no pase, sería un fracaso colectivo que abocaría a una situación compleja y difícil".

Sobre la posibilidad de elecciones anticipadas si no se aprueba este texto, Benach aclara que "no es momento de hablar de elecciones anticipadas, ni de crisis del Govern. La estrategia a corto plazo de desgaste del adversario es precisamente lo que ha dañado el debate del Estatut. Ahora no podemos plantear escenarios catastrofistas, sino realizar los esfuerzos necesarios en estos días que quedan para intentar que el Estatut se apruebe".