Según consta en la sentencia, los magistrados consideran probado que Belén González Peñalba formaba parte del "comando Madrid" de ETA junto con otras personas y que el grupo recibió órdenes de secuestrar a Diego Prado y Colón de Carvajal "con la finalidad de obtener una elevada cantidad de dinero por su liberación".

Tras haber vigilado las costumbres de la víctima, el 25 de marzo de 1983 dos de los integrantes del comando, en un coche conducido por Belén González Peñalva, siguieron hasta el interior del garaje de su domicilio al vehículo en el que viajaba el empresario.

"Una vez dentro, lo abordaron diciéndole que eran policías y pidiéndole que les acompañara", relata la sentencia. "Al no creerles y negarse a seguir sus instrucciones, lo intimidaron con las pistolas que portaban y lo introdujeron en el maletero del vehículo" en el que le habían seguido.

Además, para evitar que pidiera ayuda, los terroristas le pusieron un esparadrapo en la boca y le inyectaron un somnífero por vía instramuscular.

Prado y Colón de Carvajal permaneció secuestrado hasta el 6 de junio de 1983, fecha en la que fue liberado a cambio del pago de una alta suma de dinero.

Los magistrados consideran que los hechos descritos son constitutivos de un delito de detención ilegal, por lo que condenan a Belén González Peñalva a 12 años de prisión y a indemnizar a la víctima con 12.000 euros.

Conocida con los apodos de "Carmen", "Belén" y "Belentxu", Belén González Peñalba nació en Beasain (Guipúzcoa) el 23 de diciembre de 1956.

Detenida en 1999 en una calle de Pau (Francia), junto con Cipriano Fernández García, cuando viajaban en un coche robado, con documentación falsa y armados con una pistola cada uno de ellos, fue extraditada por el país vecino el 8 de noviembre de 2005.