Belarra comenzó su intervención en la comparecencia de Sánchez ante el Congreso para informar de las últimas reuniones del Consejo Europeo y hacer balance de la presidencia española diciendo que era un honor para ella “volver a intervenir” ante el Pleno. No había podido hacerlo desde la legislatura anterior, dado que, mientras Podemos estuvo en el grupo parlamentario de Sumar, no se le autorizó a hacerlo.

La mayor parte de su discurso la dedicó a la guerra de Gaza y el “genocidio” israelí. “Nadie está haciendo nada concreto para detenerlo”, denunció, criticando que la UE no haya sido capaz de pedir un alto el fuego definitivo. “Le pido que suba a la tribuna y diga que lo que estamos viendo es un genocidio”, instó a Sánchez, negando que la crisis empezara con los atentados de Hamás del 7 de octubre y preguntando cómo se pueden dar lecciones ante el mundo sin hacer nada ante los ataques israelíes.

Considerando imprescindible que el Gobierno emprenda “acciones concretas”, Belarra siguió dirigiéndose en persona a Sánchez y le dio a elegir el verbo: “Se lo ruego, se lo exijo, se lo pido”. Y continuó reflexionando: “Si somos amigos de un genocida, ¿entonces quiénes somos nosotros? ¿En qué lugar nos deja ser los amigos de un genocida?” Varias diputadas de Podemos lucían camisetas con leyendas contra el comercio de armas con Israel.

INCOHERENCIA E HIPOCRESÍA

La líder de Podemos interpretó que, aunque “la voluntad mayoritaria de la ciudadanía española” es otra, España no está “haciendo nada porque Israel es un socio estratégico de los Estados Unidos y los Estados Unidos son un socio estratégico de la Unión Europea”. Pero advirtió de que “ese compromiso se está llevando por delante toda nuestra credibilidad” y “nos está arrastrando a un mar de incoherencia y de hipocresía”. “Es fundamental que actuemos hoy mismo”, urgió. “Suspendan relaciones diplomáticas, llamen a consultas a la embajadora”.

Ya en clave nacional, Belarra repitió su diagnóstico de que, en las elecciones del 23 de julio, “las derechas no pasaron por la mínima” y además gobiernan en 11 comunidades autónomas y “mandan en los sectores más reaccionarios del poder judicial y mediático”. Por eso pidió “trabajar con unidad dentro del bloque democrático y plurinacional” y recomendó que “hace falta valentía, capacidad de transformación”.

Como ámbitos concretos para ser valientes, enumeró la vivienda, “parar los pies al sector reaccionario del poder judicial” y, “si ha sido posible con Telefónica”, intervenir otros sectores estratégicos creando una empresa energética y otra farmacéutica de carácter público, dos propuestas tradicionales de Podemos.

Todo lo contrario de lo que dijo percibir en la actualidad. “Les veo a la defensiva, están permitiendo que las derechas marquen los temas, la pauta”, aseveró Belarra, reprochando a los socialistas que estén “teniendo una vez más la mano al PP” y lanzando un último mensaje conciliador que a la vez sonó como un desafío y una profesión de fe de Podemos: “Si quieren ser valientes, estoy segura de que nos encontraremos”.