Lo hizo en declaraciones a los periodistas en la inauguración de las jornadas de formación de Podemos Región de Murcia, un día después de que los gobiernos español y portugués confirmaran que han pedido a Bruselas que les permita fijar el precio tope en 30 euros el megavatio-hora, como propuso ella misma el lunes; una cifra que, según informaciones periodísticas, los técnicos de la UE considerarían demasiado baja.

“Es una de las negociaciones clave de la legislatura, una de las decisiones clave de la legislatura”, enfatizó, argumentando que “cuanto más bajo sea el tope que logremos acordar con la Comisión Europea, más va a bajar la factura de la luz a costa de los beneficios multimillonarios y absolutamente inmerecidos” de las empresas energéticas debidos a que el gas fija el precio del resto de energías en virtud del sistema marginalista. “Es una negociación imprescindible que, además, es lo que nos va a permitir frenar el aumento de la inflación”, abundó.

La ministra no quiso azuzar la polémica del caos en algunas gasolineras por el primer día en que se aplica el descuento de 20 céntimos por litro aprobado por el Gobierno. En su lugar, ensalzó que el Ejecutivo “ha actuado con rapidez” y “ha tomado medidas eficaces”, y se declaró “convencida de que todos los ministerios competentes están trabajando con el máximo de su capacidad y el máximo de velocidad para ponérselo fácil también a las gasolineras”.

Según destacó, el precio de los carburantes se va a reducir “y lo van a notar no solamente los transportistas, que era muy importante, sino también el conjunto de la ciudadanía de nuestro país, porque hay mucha gente a la que le está costando mucho llegar a fin de mes”.