Lo hizo en declaraciones a los periodistas antes de participar en el acto de presentación de elaboración de la estrategia estatal de desinstitucionalización en la sede del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Belarra dejó claro que su partido está dispuesto a trabajar para el acuerdo, pero avisó de que velará para que “se respete el mandato de las mujeres y lo que dijeron cientos de miles de ellas en la calle, que es que el consentimiento tiene que seguir en el centro de la ley (del ‘sólo sí es sí) y del Código Penal”.

A su juicio, “no podemos volver al Código Penal de ‘La Manada’, ni a decirle a la víctima que, aterrorizada, atemorizada, se quedó paralizada durante la agresión que es una víctima de segunda y que su agresor va a tener menos penas que la mujer que puede demostrar una herida”.

La ministra aseveró que “eso está también en el corazón de la discrepancia política, y vamos a ser muy firmes, porque es el mandato de cientos de miles de mujeres que salieron a la calle a decir ‘hermana, yo sí te creo’”.

Respecto a su réplica a lo afirmado ayer por Llop en una entrevista radiofónica, expuso que ésta “se está explicando bien”, ya que con sus declaraciones pone de manifiesto que la propuesta planteada por el PSOE para reformar la norma busca que “la violencia e intimidación vuelva a ser un factor fundamental para agravar una pena y, por tanto, el centro no es el consentimiento”.

Esto le sirvió para subrayar la importancia de comprender que “las mujeres no peleamos un cambio de nombre, no peleamos para que todo se llamara agresión sexual, peleamos para que se cambiara la mirada con que los jueces juzgaron estos casos, y en que el foco no puede estar en si (la mujer) se resistió o cuánto se resistió, sino en si consintió”.

Belarra observó que este choque entre el PSOE y Podemos es “un ejemplo más” de lo sucedido en la presente legislatura, en la que el Gobierno está compuesto por dos fuerzas políticas, “una que cuando se produce una ofensiva mediática, política y judicial, como ahora con la ley del ‘sólo sí es sí’, defiende los avances, en este caso, avances feministas; y otra fuerza que no”.

Por último, la ministra aprovechó su intervención en el acto para señalar que el hecho de que “se cuestione” que el consentimiento esté en el centro del Código Penal demuestra que “los derechos feministas están en disputa, y no basta con conformarnos con lo que tenemos, sino que tenemos que seguir trabajando y avanzando para que no haya ningún retroceso”.