En un mitin de campaña en Murcia, Belarra respondió a Von der Leyen que la mayoría de la población no ha “visto un refugio antiaéreo más que en las películas y tiene que seguir siendo así”, porque para eso se construyó la arquitectura institucional de las Naciones Unidas. La líder de Podemos afirmó que “la cultura de paz está en el corazón de Europa”, por lo que describió a la presidenta como “un peligro para los europeos”.

Una vez más en la campaña, Belarra advirtió de que la escalada bélica y la guerra serán “la excusa para que vuelvan los recortes” y “para meter a la extrema derecha en el centro de mando” de la UE, por lo que cantó e hizo corear a su auditorio el lema de “no a la guerra”.

Sobre el otro de los temas internacionales de campaña de Podemos, su secretaria general reiteró que “no podemos mirar hacia otro lado cuando se está cometiendo un genocidio” y volvió a exigir al ministro de Transportes, Óscar Puente, que detenga el barco ‘Vertom Odette’, de bandera luxemburguesa, que lleva armas y está pasando por aguas españolas, y que “analice la carga y se asegure de que no son armas que se van a mandar a Israel”.

Si no lo hace como la “obligación ética y moral” que es a su juicio, Belarra le instó a hacerlo en cumplimiento de la Ley de Comercio Exterior, que obliga a parar el barco cuando hay “indicios racionales” de que con su carga se puede cometer un genocidio o vulnerar derechos humanos. Esta misma tarde, fuentes de Podemos afirmaron que el juez del Juzgado Central Número 1 de Madrid, Luis Francisco de Jorge Mesas, ha acordado la incoación de diligencias previas tras denunciar Podemos ayer el tránsito de ese buque.

En el ámbito nacional, Belarra no hizo ninguna referencia a la nueva carta a la ciudadanía que el presidente del Gobierno publicó ayer tras conocerse que su mujer, Begoña Gómez, ha sido citada a declarar el próximo 5 de julio por presunto tráfico de influencias. Simplemente insistió en que, tras sus cinco días de reflexión, Sánchez no ha anunciado ninguna propuesta de regeneración democrática.

Lo atribuyó a que el presidente, a diferencia de la cabeza de lista de Podemos a las europeas y exministra de Igualdad, Irene Montero, “no está dispuesto a pagar el precio que te hacen pagar por cambiar las cosas”. Ese diagnóstico le valió a Belarra para reiterar otro de los estribillos de campaña de la formación: que en las elecciones se dirime qué izquierda tendrá España en la próxima década: si una "transformadora" como Podemos u otra "para calentar el sillón", como atribuyó estar haciendo al Gobierno del PSOE y Sumar.