Las exportaciones, por su parte, mantendrán altas tasas de crecimiento. El efecto contractivo de la crisis asiática se verá compensado por el aumento de la demanda en Europa, principal destino de las ventas españolas.

Los motores del crecimiento durante este año serán la mayor confianza de los emprearios y los consumidores, así como el tirón de la inversión por los preparativos de adaptación a la Unión Monetaria, la reactivación de la demanda y la reducción de los tipos de interés.

En cuanto a la inflación, el BCH modifica a la baja sus anteriores previsiones y afirma que 1998 se cerrará con un IPC del 1,6%, aunque reconoce que la decisión de algunos países petroleros de recortar su producción puede dar al traste con el cumplimiento de estas estimaciones y elevar el crecimiento de los precios hata el 2%.

La entidad señala que el esperado repunte del IPC en la primera mitad de este año será "suave" e inferior a lo previsto hace algunos meses.