EL BCH PREVE LA PERDIDA DE 400.000 EMPLEOS HASTA FINAL DE AÑO

- No se ve claro el final de la crisis y los salarios podrían "comerse" el efcto positivo de las devaluaciones

- Una nueva devaluación en 1993 reforzaría los aspectos positivos de la coyuntura económica

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco Central Hipano (BCH) estima que entre los meses de abril y diciembre la economía española perderá 400.000 empleos, lo que daría una destrucción de 680.000 puestos de trabajo en el conjunto del año, 267.000 más que en 1992, según el último informe "Pulso Económico" realizado por el Servicio de Estudios de la entidad.

Para la entidad que preside José María Amusátegui, "la recesión podría suavizarse en los próximos meses, pero la recuperación, si se produce, será débil y el PIB seguirá registrando este año tasas d variación negativas". Además, apunta que el déficit del Estado podría superar a finales de año las previsiones del Gobierno (2,3 por cien), a causa de la caída de ingresos impositivos por la menor actividad y la dificultad para contener algunos gastos aunque los financieros se moderarán,

Los técnicos del BCH estiman que sólo la proximidad del verano permitirá paliar la destrucción de empleo que está motivando la actual recesión, como consecuencia del incremento de los contratos temporales en el secto turístico y en la agricultura, a lo que ayudará la última reforma del mercado laboral que permite ampliar de 3 a 4 años los contratos eventuales.

Las devaluaciones de la peseta, que aliviarán la situación de las empresas exportadoras, y los indicios de una reactivación en el sector de la construcción residencial para finales de año, son elementos que, según el banco, constribuirán timidamente a mejorar las espectativas generales de creación de empleo.

Estos factores, añade el BCH, no pararán el recimiento del paro, pero amortiguarán el efecto de la crisis sobre el número de desempleados, que según sus estimaciones aumentarán en 122.000 hasta el mes de junio, frente a los 264.170 destruidos en el primer trimestre del año.

Los técnicos del banco creen que los datos disponibles no permiten ver el final de la recesión en la actividad económica, a lo que se suma un dato preocupante: "los salarios pactados en convenio no muestran la suficiente moderación", y podrían contrarrestar los efectos positvos de las devaluaciones para las empresas, como la posibilidad de exportar a más bajo precio.

IPC MODERADO

Para la evolución de los precios, el Servicio de Estudios del BCH estima que el IPC de mayo registrará un crecimiento del 0,3 por cien, igual que el de mayo de 1992, lo que mantendrá la inflación interanual en el 4,6 por cien del mes de abril y la subyacentye registrará un ligero crecimiento hasta el 5,9 por cien.

En el conjunto del año, el banco considera factible un descenso de la inflaión a partir de agosto que la situaría en el 4,6 por cien a finales de año, seis décimas por encima de las últimas estimaciones realizadas por el Gobierno, mientras que la subyacente quedaría en el 5,5 por cien. La débil demanda y el efecto de la segunda subida del IVA en 1992 contribuirán a esta tendencia, según el BCH.

DESEQUILIBRIO EXTERIOR

La corrección de los desequilibrios exteriores de la economía española es uno de los factores que el BCH valora de forma más positiva, y apunta a las sucesiva devaluaciones como el motivo de este cambio de tendencia. Entre los sectores más beneficiados por las rebajas en el tipo de cambio de la peseta destaca los de productos vegetales, químicos, metáles y manufacturas, maquinaria eléctrica e instrumentos ópticos.

Según los técnicos del banco, una nueva devaluación en 1993 reforzaría la tendencia positiva de la actividad exterior de las empresas, pero las ganancias de competitividad que conlleva "irán agotandose vía incrementos de precios, si no se acompañ de un ajuste presupuestario y una reforma de los mercados de trabajo y de servicios".

En cualquier caso, el banco da por segura otra devaluación aunque su intensidad dependerá de la línea que siga el nuevo Gobierno. Para el BCH, la mejor opción sería continuar con el descenso de los tipos de interés "de una forma gradual y dentro de una política económica creíble", lo que facilitaría reducir los tipos de intervención hasta el 10 por cien y arrastar en la bajada los de mercado interbancario.

Con ste contexto, la peseta podría depreciarse ligeramente, a causa del descenso de los tipos, pero manteniendose en la parte alta de la banda de fluctuación del Sistema Monetario Europeo (SME).

Sin embargo, un Gobierno que que opte por estimular la economía con rebajas de tipos sin ajustes presupuestarios y reformas estructurales provocaría una rápida depreciación de la peseta hasta niveles de 82 pesetas por marco "y un agravamiento de los desequilibrios. que a medio plazo serían insostenibles y harían ncesaria una nueva devaluación o una salida del SME".

(SERVIMEDIA)
10 Jun 1993
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