EL BCE SITÚA A ESPAÑA COMO SEGUNDO PAÍS MENOS COMPETITIVO ENTRE LOS 12 MÁS IMPORTANTES DE EUROPA
- Sólo por encima de Portugal
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
España es, en el escenario de la nueva economía global, el segundo país con menos competitividad exterior entre los 12 estados de la Unión Europea examinados en un estudio del Banco Central Europeo (BCE).
El estudio, titulado "Globalisation and the competitiveness of the Euro Area", ha sido difundido por el Banco Central Europeo dentro de su serie de "Papeles Ocasionales", con fecha de septiembre de 2008.
Sus resultados, recogidos por Servimedia, se basan en una una investigación de 150.000 firmas de 12 países europeos, que permite clasificar a éstos en función de la "competitividad general", que refleja el acceso efectivo a los mercados internacionales, y de la "competitividad del productor", que depende específicamente de la tecnología (la capacidad de producir a bajo coste) y los factores institucionales.
En ambas clasificaciones España figura en penúltimo lugar, sólo por delante de Portugal, que cierra los dos rankings. El país con más "competitividad general" es Bélgica, seguido, por este orden, de Finlandia, Holanda, Alemania, Francia, Austria, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Italia, España y Portugal.
Los autores del estudio señalan que "Portugal y España, y en menor medida, Italia y Reino Unido, se sitúan claramente al final del ranking de competitividad, se mida como se mida, lo que pone de manifiesto una desventaja tecnológica relativa y un entorno institucional menos favorable".
Por otra parte, el estudio del BCE también compara la evolución hasta 2007 de la competitividad exterior de los 12 países de la Eurozona que se apuntaron el euro en 1999.
En ese periodo, España acumuló una pérdida de competitividad exterior del 14,3%, la segunda más alta de todos los países estudiados, en este caso tras Irlanda, que vio empeorar su situación en un 23,1%.
APRECIACIÓN DEL EURO
Como consecuencia sobre todo de la apreciación del euro en relación al dólar y otras divisas internacionales, ni un solo país de la Eurozona mejoró su competitividad exterior entre 1999 y 2007.
Tras Irlanda y España, el mayor deterioro de competitividad correspondió a Luxemburgo (12%), seguido de Holanda (10,2%), Portugal (9,8%), Grecia (7,9%), Italia (7%), Bélgica (5,5%), Francia (3,9%), Alemania (1%), Austria (0,3%) y Finlandia (0,1%).
A la vista de estos datos, los expertos del BCE destacan los dispares resultados entre los diferentes países y subrayan que "Irlanda y España parecen haber experimentado una pérdida de competitividad particularmente fuerte".
Otro dato destacado por el BCE es el de la evolución de los costes laborales unitarios. En términos nominales, es decir, sin descontar el efecto de la inflación, en España crecieron un 26,4% entre 1999 y 2007, casi el doble que el 14% registrado en el conjunto de la Eurozona.
En esta misma línea apunta el apartado relativo a la marcha de la productividad. El BCE señala que su crecimiento fue lento en la década 1995-2005 para los países del euro, pero de manera "particularmente marcada en Italia y España, en donde el crecimiento de la productividad laboral se ha situado significativamente por debajo del promedio de la zona euro en el mismo periodo".
Para potenciar la competitividad exterior de las empresas europeas, los expertos del BCE aconsejan proseguir con las políticas para desarrollar un mercado único integrado en la Unión Europea, más flexibilidad en los mercados, y más inversión en innovación y en formación del capital humano.
Además, señalan que, "para aprovechar todas las ventajas de los positivos efectos de la globalización, son necesarias nuevas reformas estructurales en la zona euro y en otros países de la Unión Europea para facilitar una reasignación rápida y suave de empresas y fuerza laboral, desde sectores retrasados a otros más avanzados y prometedores, y desde las compañías de baja a las de alta productividad".
(SERVIMEDIA)
25 Sep 2008
A