Durante un encuentro con periodistas tras visitar las oficinas de la entidad financiera en Nueva York, Rodero dijo que esta región será una de las menos afectadas por la crisis internacional.

"BBVA mantiene la mejor posición de la banca en América, sus bancos se encuentran en buena situación de solvencia y además han tenido un fuerte incremento de clientes", subrayó Rodero.

A pesar de que las economías lationoamericanas resistieron bien el primer envite de la crisis en 2008, Rodero reconoció que este año se espera un estancamiento de la actividad, con unas previsiones de crecimiento del PIB del 0,1% para 2009 y del 1,3% para el año próximo.

El responsable de BBVA en Latinoamérica concluyó que tras este estancamiento no se producirá una recesión aguda, sino una ligera contracción que dista mucho de lo sucedido en otros países.

En el negocio de las pensiones, Rodero alardeó de que la franquicia que dirige es la primera en la mayoría de los países de América Latina estando los competidores "a cierta distancia".

La intención de la entidad financiera es convertirse en una "pieza clave" del desarrollo y consolidación de los sistemas privados de previsión social.

"Este año, BBVA seguirá liderando el negocio de planes de previsión en América Latina", aseveró Rodero, quien añadió que se producirán mejoras en la rentabilidad de los fondos.

Por ello, el director general de BBVA en América del Sur se atrevió a decir que "los resultados en la región son de dar envidia".

Gracias a la puesta en marcha del Plan de Transformación, que tardará un año y medio en tener sus efectos, prosiguió Rodero, se aumentará la bancarización en la región y el banco se adaptará a la nueva situación económica.