La oeración supone para Banca Catalana desprenderse de una red de 15 oficinas que tenía a través del BIM en Galicia y Andalucía, lo que se corresponde, según los responsables de la entidad, con su política de concentración de la red comercial en Cataluña y Levante, en donde ha abierto en los últimos meses 14 agencias.

Para afrontar la compra del BIM, el grupo Espirito Santo adquirirá un 55 por cien del banco español a través de su filial Banco Espirito Santo e Comercial de Lisboa, y el resto a través del spirito Santo Financial Holding.

Este grupo portugués, cuya privatización concluyó el pasado mes de febrero, asegura que mantendrá el actual nivel de empleo de la entidad y utlizará la red de la entidad española como base de su expansión en España.

El BIM tiene unos activos de 24.000 millones de pesetas y centra su actividad en la banca para la pequeña y mediana empresa y la prestación de servicios bancarios a particulares.