A juicio de la entidad bancaria, que reconoce al presupuesto un carater "restrictivo", se ha optado por apoyar la recuperación del consumo antes que la de la inversión, por razones electorales, ya que la recuperación del consumo origina una mayor creación de empleo pero tambien una mayor inflación.

El BBV postula la potenciación de la inversión, pues "crea puestos de trabajo a más largo plazo, pero asegura un crecimiento más estable".

Sin embargo, la previsión del BBV sobre el dficit público para 1995 es más optimista que la del Gobierno, optimismo que hace extensivo al déficit que resultará en el presente año, ya que lo reduce en tres decimas sobre la estimación oficial del 5,2 por cien del PIB.

En particular, el BBV corrige al alza las previsiones de ingresos que hace el Gobierno puesto que "para 1995 pueden esperarse ritmos de recaudación más elevados".

Concretamente, se refiere a los ingresos del Estado por IVA e Impuestos Especiales y Rentas del petróleo, cifrados ficialmente en 3,5 y 1,9 billones, respectivamente, que podrán ser superados "por un crecimiento más intenso del PIB nominal de la economía".

Por el lado del gasto, a pesar de que se reconoce que la ejecución de 1994 apenas variará un 1,2 por cien sobre lo presupuestado, señala que "cabe albergar dudas sobre el grado de realización del presupuesto de inversiones, lo que llevaría a considerar que el Presupuesto de 1995 no contempla la inversión pública, al menos no suficientemente, como un puntal básic para la recuperación económica".

Los analistas del banco vasco consideran realista la previsión de crecimiento económico, de un 2,8 por cien, pero no así la de inflación.