Este análisis del BBV indica que "las reformas deben ser algo más que la mera potenciación de planes privados", y añade que es necesario "crear sistemas flexibles que, garantizando una pensión mínima a todos los jubilados, consigan armonizar las preferencias sociales y las nuevas realidades económicas".

La entidad que preside Emilio barra recuerda que "numerosos países han optado por dotar de mayor protagonismo al sector privado", y que su actual regulación está pensada para épocas de crecimiento económico y pleno empleo.

TRES VECES MAS

En el caso de España, el BBV señala que los problemas generales para el conjunto de economías desarrolladas, como paro, recesión y envejecimiento progresivo de la población, se traducirán en que la carga que los trabajadores deberán asumir para el pago de sus pensiones se multiplicará por tres dsde ahora al año 2050.

Según el banco, la potenciación de los planes privados de pensiones podría favorecer el ahorro y flexibilizar el mercado laboral, aunque para ello deberían suprimirse las limitaciones que los actuales planes de las empresas imponen a la movilidad de los trabajadores.

El Servicio de Estudios del BBV señala las dificultades de los poderes públicos para elegir entre las múltiples combinaciones y alternativas que ofrece esta reforma, y sus reticencias a medidas que tienen difícl el consenso social y un coste político inmediato, mientras que sus beneficios sólo son visibles a largo plazo.

"El peligro de esta forma de cerrar los ojos", añade el banco, "es que se rompa el pcto 'intergeneracional' implícito en los sistemas de reparto, y que la financiación de las pensiones públicas se colapse en un futuro más o menos próximo".