A su juicio, en los altercados registrados ante las sedes de Batasuna "estaban prácticamente los jefecillos, pero no había toda esa masa de gente que nosotros esperábamos. Pensaa que iba a haber una mayor afluencia de gente".

En declaraciones a la Cope, Villar se mostró convencido de que el cierre de las sedes de Batasuna en Navarra y Euskadi es una medida "acertada", aunque admitió que puede provocar "un incremento de la violencia".

Asimismo, dijo que éste es un buen momento para solicitar la ilegalización de Batasuna, porque, en su opinión, un país democrático y europeo como España no debe permitir que los miembros de Batasuna "hagan la vida imposible" al resto de ciuadanos.

"Hemos tomado la decisión, que creo era difícil, de ilegalizarles y decirles que no juegan con nosotros. En definitiva a ellos les importa un comino lo que ocurre", añadió.