Rojo inauguró en el Senado una jornada de los socialistas sobre la reforma de la Cámara, y en los pasillos se refirió al último auto de Garzón en el que expresa su intención de acusar a Batasuna deuna "limpieza étnica" en el País Vasco.

En su opinión, este auto "no es nada nuevo, es un sentimiento que tenemos muchos ciudadanos en el País Vasco, y lo que ha hecho el juez Garzón es poner negro sobre blanco la propia realidad".

Recordó que más de 200.000 ciudadanos se han ido de Euskadi por la situación política, y advirtió de que una sociedad democrática que pretende vivir en liberta dno puede permitirse "ese lujo".

Por ello, pidió a esos ciudadanos que regresen. "Si vuelven, la realida sería otra, porque no son nacionalistas", y pidió al lehendaari que, como gobernante democrático, reclame el regreso de esos vascos "que se marcharon sin querer marcharse".