"Estamos ante una situación de una enorme gravedad, que no tiene precedentes y que supone que el Parlamento Vasco se sitúa fuera de la ley. La Ley obliga a todos, incluidos los parlamentos y ls que representan funciones institucionales. Espero que el PNV se coloque en la senda del Estado de Derecho y del cumplimiento de la ley", añadió.

Rajoy no quiso entrar en el debate sobre qué tipo de delito se está cometiendo porque lo relevante, dijo, es que "en la Europa democrática en la que, por fortuna vivimos, en un régimen de libertades y derechos como en el que vivimos, con una separación de poderes, haya un presidente de parlamento que se niegue a cumplir resoluciones de los tribunales".

Además, resaltó que un presidente de parlamento tiene una obligación "mayor" por la alta magistratura que ostenta. Si no disuelve SA, insistió, sería "lamentable e impropio de un partido democrático". Porque "¿Con qué autoridad moral puede un presidente de un parlamento que aprueba leyes, imponérselas al conjunto de ciudadanos si el se niega a cumplirlas?", se preguntó.

Sin embargo, el "número dos" del Gobierno ha hablado en todo momento en condicional durante la rueda de prensa porque teme que todo sa una estrategia hasta las eleciones del domingo para atraer hacia el PNV voto de Batasuna.

Aun así, y más allá de que rectifique en este capítulo, Rajoy tiene muy poca confianza en que el PNV "dé pasos en la buena lógica" de fondo, que sería retirar el Plan Ibarretxe y acabar con su entendimiento con Batasuna y el mundo de ETA. "Sus objetivos son los que son y no parece que, a la vista de los acontecimientos vayan a cambiar de criterio", concluyó.