En la misiva, LLamazares dice a Javier Arenas que, "por muy mayoritario que sea", ningún partido político tiene derecho a situar a otras formaciones en el lado de los iolentos.

"En esta opinión", asegura, "IU no va a estar sola, va a estar con otros grupos, no sólo de carácter progresista, sino también posiblemente conservador, que opinamos de similar manera, pero que, sobre todo, representamos a ciudadanos demócratas y pacíficos de este país a los que ningún dirigente de su partido tiene derecho a situar junto a los violentos".

Por ello, aconseja a Arenas que reflexione "sobre el hecho de que el PP, por muy mayoritario que hoy sea, también tiene derecho a equvocarse y no siempre goza de la verdad absoluta. De no ser así y no rectificar y corregir esta actitud nos encontraríamos más cerca de una actitud autoritaria que de un partido democrático".

El líder de IU expresa de este modo a Arenas su "preocupación" por unas declaraciones, que "no sólo constituyen un despropósito que no compartimos, dentro de la lógica y el análisis de cada partido, sino que son una calumnia que atenta gravemente contra la opción" de abstenerse en el Pleno que se celebrará el día 6.

Asimismo, denuncia que "ni el Gobierno ni el Partido Popular hayan considerado el más mínimo diálogo con IU para consensuar o simplemente informarnos mutuamente de las opiniones respectivas para hacer más efectiva nuestra oposición al terrorismo y a quienes lo respaldan".

"TAPAR LA BASURA"

El líder de IU resalta su convicción de que "Batasuna es una organización irrecuperable para la democracia, pero por eso precisamente debemos hacer un esfuerzo para que sean los ciudadanos los que ilegalicn a esta organización de las instituciones y de la sociedad no prestándoles el más mínimo apoyo con su voto".

"No hay que tapar la 'basura' de Batasuna bajo la alfombra de la Ley de Partidos, sino que debemos hacer una limpieza democrática del terror en democracia, con la democracia y para la democracia. Y ello sin hacer de Batasuna una víctima de una resolución política sino, más bien, forzando su disolución porque, tal y como se demostró en las últimas elecciones, cada vez tenga menos respaldo socia y electoral", prosigue.