El portavoz de esta iniciativa ciudadana, Carlos Martínez Gorriarán, dijo a Servimedia que, aunque la intervención del PP hace que esta marcha pueda interpretarse como "partidista", es un hecho que fue un "éxito", debido al número de asistentes y a la corrección con la que se desarrolló la protesta.

En este sentido, Martínez Gorriarán opinó que lo sucedido el sábado en Madrid implica que "está clarísimo que la manifestación ha sido la prueba de que el Gobierno ha llevado muy mal su relación con los grupos de víctimas".

A su juicio, desde el Ejecutivo deben intentar "tratar bien a los grupos de víctimas, no ser sectarios, no trabajar para acrecentar las divisiones", así como "dar garantías a todo el mundo de que los famosos contactos con ETA no van en el sentido de la negociación, y menos en forma de indultos masivos para terroristas con delitos de sangre".

"Ellos verán si prefieren llevarse con sus socios nacionalistas", aseguró, "o con grupos que no se sabe que afiliación tienen o dejan de tener (en referencia a la AVT), pero que es evidente que tienen mucho poder social".

No obstante, Martínez Gorriarán destacó que la marcha no ayuda desde el punto de vista del consenso antiterrorista entre los dos grandes partidos, "incluso es un pequeño paso atrás". Añadió que la protesta del sábado no puede compararse al llamado "espíritu de Ermua", ya que ese caso fue una reacción de todos contra la banda terrorista, "no de una parte contra ETA y de paso contra el Gobierno".