Los dos encausados fueron trasladados a Olot para que el juez les notificara el auto de procesamiento, en el que les acusa de detención ilegal y tráfico de drogas. Los procesados se ratificaron asimismo en sus primeras declaraciones ante la Guardia Civil.

El primero en llegar al juzgado fue Bassa, que fue increpado por medio centenar de vecinos con gritos de "asesino, asesino", procedente de a prisión de Figueras.

En el trayecto desde la furgoneta a la puerta del juzgado, el acusado no paró de repetir a los informadores: "Soy un hombre completamente inocente; ayúdenme, por favor. La verdad se sabrá, esto es un montaje".

Bassa prestó declaración durante dos horas, mientras que Casals, que llegó al juzgado alrededor de las doce de la mañana, fue interrogado durante tres cuartos de hora.

El presunto 'cerebro' del secuestro, que también manifestó su inocencia, fue abucheado por los lotenses, lo que provocó que su abogado, Ignasi Rubio, reprochara a los vecinos su actitud.

"Dáis una imagen vergonzosa de Olot", comentó el letrado, que anunció que esta misma semana estará listo el recurso contra el auto de procesamiento, en el que expondrá que no existen indicios suficientes para acusar a los detenidos.

La comparecencia de los procesados se produce un día después de conocerse el resultado del tercer informe caligráfico de un sobre remitido por los secuestradores a la familia Fliú. El análisis dio como resultado que Bassa fue la persona que escribió la dirección en el sobre, que incluía una cinta magnetofónica con una voz atribuida a la secuestrada.