El acusado, que declaró ante el tribunal de la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona a lo largo de toda la mañana, afirmó que tanto Planasdemunt como Forcadell y la esposa de éste, Carme Company, no estaban al corriente "del tipo de activos con los que operaba BFP".

Los tres socios de BFP se enfrentan a la petición de una pena de 10 años de cárcel por una estafa que podría llegar a los 3.000 millones de pesetas -aunque algunas fuentes la cifran en 6.000- a través de la colocación de pagarés de epresas que resultaron estar avaladas por falsos contratos y facturas pendientes de cobro.

Al referirse a Planasdemunt y Forcadell, Basols señaló que conocían "el global de la operativa, pero no lo específico", y añadió que si no les había detallado este tipo de operación era porque la consideraba un producto financiero más y porque se fiaba de la viabilidad de las empresas emisoras de títulos.

Según explicó, eligió el sistema de pagarés porque su colocación era más fácil que el sistema de cesión e créditos y que eran las propias sociedades las que hacían los contratos que se referían a las facturas para garantizar los cobros. No obstante, reconoció que a veces esos contratos se formalizaban en la sede de BFP porque las empresas alegaban "problemas de tiempo".

El consejero delegado de BFP negó que utilizara la imagen de Fincas Forcadell, inmobiliaria de su socio, para convencer a los inversores de la solidez de los títulos y que la mayoría de sus clientes fueran anteriores a la ubicación de lasede de la empresa en el mismo edificio que la empresa inmobiliaria de Forcadell.

Por otro lado, no precisó el motivo por el que no desvinculó a Plansdemunt de la sociedad después de que éste fuera nombrado director del Instituto Catalán de Finanzas de la Generalitat y se lo pidiera, primero verbalmente y después por escrito.

En la sesión del juicio de esta tarde está previsto que declare la esposa de Forcadell, Carme Company. La vista podría prolongarse hasta mediados de julio, ya que deben declrar más de 400 testigos.