Barreda justificaba su aseveración al recordar que "la confianza es un intangible fundamental en el entorno económico y financiero" y advirtió que, si esta se pone en peligro, se hace un "flaco favor" a la economía y por consiguiente al sistema financiero. "Es importante y necesaria la prudencia y el sigilo", rubricó.

El presidente autonómico, que cerró el punto tras la intervención de la vicepresidenta Primera y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, garantizó que, desde su responsabilidad como presidente, hará todo lo posible en el mantenimiento de los puestos de trabajo de los 3.000 empleados de la entidad.

De igual modo, aseguró que "no hurtará a las Cortes autonómicas" su derecho a saber todo lo que ocurre a esta Comunidad Autónoma, por lo que se comprometió a presentar en la Cámara autonómica la documentación que se genere o derive de la intervención del Banco de España", así como a celebrar un análisis exhaustivo de las circunstancias que han conducido a la entidad a la actual situación.

En este orden de cosas, aseguró que le "preocupa y ocupa" que los ahorros estén garantizados y que los clientes estén tranquilos y seguros y, "ahora lo pueden estar más que nunca", añadió.

Del mismo modo, el presidente del Ejecutivo regional aludió a los empresarios de Castilla-La Mancha al advertirles que "pueden estar tranquilos porque disponen de una entidad que les financia y ayuda en sus operaciones".