En su opinión, ahora es el momento en el que "debe prevalecer la unidad y el deseo sincero de todos los demócratas de anteponer el gran bien que puede suponer el cese definitivo de la violencia a cualquier otro cálculo partidista o electoral, que suena a mezquino cuando estamos ante un momento histórico que debemos aprovechar entre todos".

No obstante, precisó que "hay que ser conscientes de que estos procesos son complicados e imprevisibles, pues son muchas las voluntades que acaban influyendo en un proceso de esta naturaleza y, naturalmente, caben complicaciones".

Por este motivo, subrayó que la clave residirá en la "prudencia y la cautela para comprobar si se pasa de los dichos a los hechos" e incidió en que el sosiego es muy importante en procesos de estas características, cuando "los resultados se tienen que comprobar a medio y a largo plazo y se necesita cierta perspectiva para valorar los hechos", concluyó.