BARRANCOS CANARIOS ATESTADOS DE TOMATES PARA QUE BAJEN LOS PRECIOS
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Los agricultores canarios han comenzado ya a destruir uno diez millones de kilos de tomates, en un rito repetido año tras año, para evitar el abaratamiento de esta hortaliza como consecuencia de una producción excesiva en relación a las necesidades de la Unión Europea, especialmente por las importaciones comunitarias procedentes de Marruecos.
Como consecuencia, los barrancos de pueblos productores de tomates, como La Aldea de San Nicolás, al suroeste de Gran Canaria, presentan un manto rojizo, ya que es en estos parajes en donde los agricultores tiran la coecha excedentaria.
Según narró un agricultor a Servimedia, "es muy triste levantarse temprano todos los días para recoger los tomates, llevarlos a la cooperativa, donde los pesan y contabilizan para que inmediatamente después salgan en camiones para ser arrojados a los barrancos". Las cooperativas, una vez certifican la producción tomatera, solicitan ayudas a la Unión Europea, que palía en parte las pérdidas que supone la destrucción del producto.
Roberto Goiriz, portavoz de la Federación de Expotadores de Productos Hortofrutícolas (Fedex), indicó que las exportaciones de tomates canarios se ven perjudicadas "por el aumento de cupos permitido por la Unión Europea al tomate marroquí, cuya presencia en los mercados europeos se ha triplicado en los últimos años".
La Federación de Exportadores de Productos Hortofrutícolas ha anunciado que la destrucción de la cosecha tomatera afectará a un 30% de la producción de la provincia de Las Palmas y a un 10% de la producción de la provincia de Santa Cruzde Tenerife.
La mayoría de los tomates acaban en el fondo de los barrancos, aunque una parte es entregada a instituciones benéficas. Muchos de los barrancos de las islas presentan ya un manto rojizo de tomates, que será sólo aprovechado por algunos animales a los que servirá de alimento.
(SERVIMEDIA)
12 Feb 1997
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