En su informe anual, el presidente del grupo vinícola, Eduardo Santos-Ruiz Díaz, confía en que los beneficios crezcan un 6%, frente a los 2.489 millones de pesetas obtenidos en 2000, y las ventas un 11%, sobre los 8.412 millones de pesetas registrados el pasado año, aunque reconoce que "ambos objetivos no son nada fáciles de cumplir".

Según el presidente de Barón de Ley, el aumento del 59% en la producción de uva durante 2000 y la consiguiente caída del prcio permite augurar "el inicio de una etapa de estabilidad de los precios de la materia prima en los niveles actuales".

Santos-Ruiz apuesta por posponer la distribución de dividendos, mientras el grado de endeudamiento de la empresa no descienda. En este sentido, pretende mantener la política de autofinanciación de inversiones.