La creación de esta oficina es uno de los acuerdos de todos los grupos de la Cámara Baja, para la reforma de su Reglamento. Barea explicó que la futura Oficina Presupuestaria del Congreso y la que él dirigió en Presidencia del Gobierno son dos cosas diferentes.

Esta última, agregó, tenía como finalidad asesorar al presidente de turno sobre la política presupuestaria a seguir, que es uo de sus cometidos directos, para que luego se reflejase en la Ley de Presupuestos quie se lleva al Parlamento.

En cambio, dijo Barea, la Oficina de la que se está hablando en el Congreso tiene como finalidad asesorar a los diputados, "para los que haría los informes pertinentes, primero sobre el Presupuesto que se propone a la Cámara, y luego el seguimiento de dicho presupuesto".

"A mí me parece muy bien", añadió, "porque el conocimiento de los Presupuestos requiere hoy en día conocimientos técncos muy profundos, y esta oficina haría los informes pertinentes para todos los diputados".

A su juicio, las funciones de dicha Oficina deben ser, "primero, el informar con detalle sobre el Presupuesto que el Gobierno lleva al Congreso, y segundo, sobre la evolución de ese presupuesto en el transcurso del ejercicio, con las desviaciones que se vayan observando, así como el cumplimiento de lo que la Cámara aprobó".

Por ello, agregó, "esa oficina debe ser absolutamente indpeendiente" de los partido políticos y del Gobierno, para garantizar que haga su trabajo con objetividad.

Según José Barea, países con amplia tradición democrática como Estados Unidos cuentan en su Congreso con oficinas de este tipo, no sólo para el control y asesoramiento del presupuesto general y su ejecución, sino también en cada una de sus comisiones o áreas políticas, como la educación, la sanidad, la defensa, etc.