BAREA: EL ESTADO NO DEBE INTERVENIR EN LA EMPRESA PUBLICA, AUNQUE VAY A LA QUIEBRA
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El director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno, José Barea, sostiene que el Estado debe dejar de intervenir en la empresa pública, aun en el caso de que ésta vaya a la quiebra, en aras de la liberalización creciente de los mercados.
Barea recomienda que las empresas públicas incrementen su grado de independencia con respecto a la Administración, con lo que se deben limitar los controles estatales, según un artículo publicado por él y por el econoista Juan Francisco Corona en "Papeles de la Economía Española", de la Fundación FIES.
"Las empresas públicas deberán asumir los riesgos del mercado, incluyendo los financieros, sin el manto protector de subvenciones", dice el artículo, lo que implica "la desaparición del principio de indefectibilidad, sometiendo a las empresas a la normativa mercantil común y llegando incluso a la posibilidad de quiebra".
El responsable de la Oficina Presupuestaria argumenta que la situación actual de la empresapública es "insostenible" y "totalmente incompatible con la imperiosa necesidad de reducir el déficit público para conseguir el cumplimiento de las condiciones de convergencia".
En su opinión, las empresas públicas con una rentabilidad sobre fondos propios superior al coste de la deuda pública no suponen carga, "por lo que sólo sería recomendable su privatización frente al objetivo de reducir la necesidad de endeudamiento público".
En cambio, las compañías públicas que no cumplan este requisito dben ser privatizadas, "ya que resultaría más rentable dedicar tales recursos a amortizar deuda pública".
En cuanto a las empresas que presten servicios públicos, recomienda que se estudie la posibilidad de introducir competencia en los sectores específicos, para evitar los inconvenientes del monopolio y favorecer una mayor eficiencia.
(SERVIMEDIA)
24 Feb 1997
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