Las ciudades piloto -entre las figuran también Berlín, Nantes, Roma, Bristol, Rotterdam y Estocolmo- tratarán de combatir los atascos y la contaminación a través de la aplicación de avances tecnológicos y medidasque incluyan el uso de energías limpias en el transporte urbano. El objetivo final del programa es promover el desarrollo de una alternativa al uso del vehículo privado en el centro de las ciudades.

Para conseguir estos objetivos está prevista la creación en cada una de las 14 ciudades de un plan para el transporte de personas y de carga que incluya campañas de promoción del transporte público y un sistema de pago por transitar por el centro de las ciudades y por aparcar, entre otras medidas.

En oncreto, el proyecto presentado por Barcelona pretende, entre otras cosas, ampliar las zonas verdes de la ciudad, poner en marcha una red de vehículos públicos encargados de la distribución de mercancías y promover el uso de autobuses para transporte público impulsados por gas.