El citado informe señala que a finales de año, el IPC será del 5%, si bien precisa que "el que sea por arriba o por debajo dependerá de los factores coyunturales". Sin embargo Banif asegura, en contra de las valoraciones del Gobierno, que "la inflación no da síntomas de relajación".

En este sentido, indica que los próximos meses "no serán positivos" para la inflaciónpor varios factores como la época turística de verano, el comienzo del curso escolar y universitario en septiembre y en octubre, la posible recuperación de la demanda y la posibilidad de una nueva depreciación de la peseta en los últimos meses, que incrementaría los precios de los productos españoles.

Por el contrario, el hecho de que la subida de las tarifas telefónicas no se repita este año y el endurecimiento de la política monetaria, podrían jugar un papel decisivo contra la inflación.

Plante como una incógnita la evolución de los alimentos, que podrían verse afectados por la sequía, por lo que las diferentes estimaciones dependerán de esta variable.

DEFICIT PUBLICO

Por lo que se refiere al déficit público, el informe de Banif señala que las cuentas del primer semestre "no nos permiten ser muy optimista".

La entidad muestra sus dudas sobre la reduccion del déficit público hasta el 5,9% del PIB a finales de año, tal y como establece el programa de convergencia, ya que, a su juicio, o acaba de conseguirse un control del gasto público y a la escasa evolución de los impuestos.

En este sentido, advierte que si la evolución de los ingresos y de los gastos no mejora en los próximos meses, el déficit de caja podría elevarse y entorpecer el objetivo de déficit total para el conjunto del ejercicio.

Esta amenaza, añade el informe, sitúa los próximos Presupuestos del Estado como "claves" para la consolidación de nuestra economía.