Según fuentes del propio Banesto, Sáenz ha querido transmitir a los once reunidos la idea de que, tras la aprobación del Plan de Saneamiento y de la ampliación de capital por parte de los accionistas, Banesto es un banco que ha logrado su equilibrio patrimonial.

Al mismo tiempo, la prioridad para la nueva etapa será la recuperación de clientes, tanto de pasivo como deactivo, así como la reducción de la morosidad, que se convertirá en el principal cometido de la red de oficinas.

Banesto se convertirá a partir de la ampliación en un banco con fuerte liquidez. Una de las alternativas que se plantean, aunque aún no se haya convertido en decisión, es la de reducir su saldo deudor en el Interbancario, que roza los 800.000 millones de pesetas.